“La Jamila”, una secreción fétida y oscura que nace del proceso de moler la aceituna, necesario para la obtención del aceite de oliva. Es por tanto algo desagradable, pero es una parte imprescindible, característica y genuina de un bien mayor, nuestro querido aceite de oliva, uno de los elementos más valorados de la gastronomía Andaluza. El desarrollo de este EP se articula entorno a las historias de ciertos personajes oscuros y propios de la cultura andaluza, parte también necesaria de la identidad de nuestra tierra. Mediante las tres canciones que forman parte de este EP, La Plazuela representa esa parte ‘chunga’, ese costumbrismo ácido andaluz a través de ‘Mi Tarara’, ‘Perico el de la Tomasa’ y ‘La Antigua Judería’ que es precisamente el último single y vídeo que concluye el proyecto. “La Antigua Judería” narra la historia basada en hechos reales de una pelea callejera que se desarrolla en los alrededores de la antigua judería granadina: el barrio del Realejo. Contando la historia haciendo un símil al enfrentamiento taurino del animal y el matador, y repleto de metáforas que aluden al entorno de este barrio. Esta producción de Chico Blanco con La Plazuela es también un guiño a otro clásico popular como es el que cantó la Argentinita junto con Lorca en “El café de chinitas”, como si de la misma pelea callejera 100 años después se tratara, cuando “en el café de chinitas le dijo a Paquiro un hermano: soy más valiente que tu, más torero y más gitano”. |
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